Mi cambio de sexo y el apoyo de mi esposa - Relatos Eróticos

Mi cambio de sexo y el apoyo de mi esposa

... mostrar en mi cara la emoción que sentía y me preguntó que si me gustaban y le respondí que si, pontelos pues me dijo para ver cómo te quedan. Como era la primer vez que me pondría una prenda de ése estilo frente a ella, la verdad es que sentía pena, pero tenía que aprovechar el momento para que ella supiera sobre mis gustos así es acepté y me los puse, me gustó mucho como me quedaron y más porque era una prenda de vestir femenina, mi esposa me miró y me dijo que se me miraban muy bien, ya que se me marcaban muy sexis en mis nalgonas, además me hacía ver más piernudo, me comentó que si yo quería, me podía comprar más calzones así y de diferente color, alegre le respondí que si. Pasó el tiempo y yo cada vez más usaba ropa interior de mujer sin tanto temor de que me descubrieran. Mi mujer al notar que usaba muy seguido ése tipo de ropa, me compraba más calzones de diferentes estilos y hasta algún short cortito de likra y de mezclilla, mí felicidad aumentaba cada vez más así como mi gusto por todo lo femenino. Estuvimos viviendo así por un tiempo, hasta que decidí confesarle a mi esposa que la verdad yo disfrutaba mucho usar ropa femenina, que de verdad me gustaba demasiado, ella me respondió que ya lo había notado, pero que estaba bien, que podía usar todo tipo de ropa de mujer que yo quisiera y que bueno que lo disfrutara tanto, aproveché el momento y le confesé mi inclinación hacia el lado femenino y mi gran deseo de ser mujer, me respondió que a ella no le molestaba y ...

... además le gustaba verme cuando usaba ropa de mujer, le pregunté que si de verdad no se molestaba por mis gustos y me dijo que no, que por ella estaba bien. En ése tiempo, nuestra vida sexual estaba algo así como pausada ya que mi mujer había tenido ya su menopausia y nuestros encuentros sexuales se limitaban a una vez cada mes y era porque yo le hacía la lucha para convenserla, yo comprendía a mi esposa y trataba de no obligarla. Desde el día en que ella supo que disfrutaba usando ropa de mujer, seguido me traía todo tipo de ropa de mujer, hasta lograr tener mi propio guardaropa con toda la ropa que a mi más me gustaba, calzones, brazier, blusas, faldas y short, era totalmente feliz, vivía libremente uno de mis mejores deseos. Sin embargo, a pesar de tanta felicidad, sentía que algo más me hacía falta, ya vestía como mujer el tiempo que yo quería, pero también empecé a tener más fuerte el deseo de llevar más allá mi inclinación y mi gusto por ser mujer. Así es que empecé a buscar información en Internet sobre mi situación y encontré que existía una terapia a base de hormonas femeninas para lograr tener un cuerpo con más apariencia de mujer, pero advertían que esta terapia debía ser bajo supervision médica para evitar peligros y fuera más segura. Otro día acudí a consulta con un amigo doctor de mucha confianza y le platiqué todo mi caso y mi interés por iniciar con la terapia hormonal femenizante, me comentó que si estaba seguro de lo que le estaba hablando, le respondí que si, me ...