Mi esposa tiene un amigo que la hace bramar - Relatos Eróticos

Mi esposa tiene un amigo que la hace bramar

Mi esposa y yo somos de un pueblo ubicado a dos horas y al sur de la capital de nuestro estado, mi mujer había trabajado un tiempo de joven en la ciudad donde hizo amigas y amigos, al casarnos nos fuimos a vivir donde actualmente residimos, somos una pareja que disfrutamos a plenitud de nuestro sexo y seguido fantaseabamos con diferentes situaciones, una de las más concurrida era que a ella la manosearan en algún camión de pasajeros, otra fantasía era que les coqueteaba a algunos hombres mostrando accidentalmente partes de su cuerpo logrando así que se calentara y excitaran provocandoles una tremenda erección, cosas asi por el estilo todo esto nos excitaba mucho y más aun porque lo llevaríamos a la realidad. Les voy a comentar lo que nos pasó en verdad y es totalmente real y acontinuación en mi relato se los voy a compartir. En meses pasado, ella me comentó sobre un amigo de su juventud y en una ida a la ciudad, por casualidad se lo encontró y habían platicado por un buen momento y en la platica, él la había invitado a dar la vuelta, entonces le pregunté entusiasmado qué le había respondido a la invitación, dijo que le había dicho que lo iba a  pensar, entonces ya con morbo, le dije que si la invitava de nuevo a dar la vuelta, que aceptara y le coqueteara un poco haber que pasaba. Pasaron algunos días y para ése entonces, mi esposa ya había aceptado hacer un intento para que la manosearan así es que la próxima vez que fuimos a la ciudad, lo primero que hicimos fue ir a buscar ...

... un camión que fuera un poco lleno de más y de preferencia que  la mayoría fueran hombres para que así le dieran una buena manoseada, estábamos en la parada de camiones esperando a que llegara uno indicado, cuando al fin llegó uno, no quiso que yo la acompañara pues sentía un poco de pena conmigo por ser la primera vez, acepté así es que ella solita se subió. La fui siguiendo en mi carro y después de unas 10 cuadras que el camión había avanzado, la miré que se bajó, se veía roja de la cara por la excitacion y venía acomodándose el short, las tangas y el brazier tratando de disimular y que no se le notara mucho la sabrosa estrujada que le habían dado,  me miró y se subió al auto. Ya conmigo en el auto y después de haberme platicado todo lo que le hicieron, todo lo que había gozado, como le metieron mano por todos lados y lo excitada que había quedado, me dijo que le había gustado mucho la manera en cómo la habían manoseado y que muy pronto lo quería repetir de nuevo, le respondí que yo estaría encantado, pero que para la próxima si la acompañaría y que por nada del mundo me lo perdería. En eso le recordé a su amigo y la invitación que estaba pendiente y que de ahí fuéramos a buscarlo a donde vivía. Me respondió que si, le propuse que tenía que ir ella sola a buscarlo con la intención de lograr algo de morbo con él, ya que si nos miraba juntos, sospecharía algo y se podría echar a perder todo. Me dijo que si y me guió por dónde él vivía más o menos, reconoció su casa una cuadra ...