El joven de la entrada
Fecha: 30/10/2018,
Categorías:
Jóvenes
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi nombre es Laura, 21 años, medio año de casada, medio alta y me gusta el deporte y la medicina. Les contaré una historia de ayer muy excitante.
La reserva en un restaurante de lujo estaba para las 7:00. Tenía preparado comer en el restaurante y salir en el crucero ahí mismo a las 7:40 para encontrarme con mi esposo.
Salí de la tieda de ropa tarde pero valió la pena: un escote negro para provocar a mi marido con los senos bien puestos, tacones negros y harto maquillaje y labial. Estaba tan guapa que me excité. Hacía tiempo que no me follaban. Mi esposo no fue tan atractivo y resistente, llevaba tiempo esperando a que mejorara en el arte del amor. No paraba de pensar en sexo, ni de ver los pauetes de los hombres al ver mi escote.
Llegué a la puerta del restaurante y miré la hora, eran las 6:40. Había dos grandes filas y otras dos casi vacias para las reservas. Hice una fila de 2 personas y al llegar hablé con el tipo de seguridad. Daniel se llamaba. Un joven alto, grande, con unos buenos musculos, camisa y saco negros, unos pantalones grises apretados. Me lo imaginaba en la cama.
-como va tu día Dany- le dije con carisma
-muy bien señorita- respondió. Se notaba el esfuerzo de no verme el escote.
-una reserva a nombre de Laura ***
-mmm dejame y la busco
Para quitar el silencio incomodo le pregunté su edad.
-19
-Vaya está muy joven, parece todo un macho
-Laura, los gimnasios valen la pena jajaja- me respondió- qué día hizo la reserva?
-mm ...
... hace como medio mes
-Laura mmm, no apareces
-como que no?
-te busqué y busqué y nada
-ahh mierda, no hay una mesa libre?
-nop, dejame y reviso el listado general- Se fue, estaba preocupada no al canzaría a subir el barco, mientras se iba, tuve el tiempo de mirar su culo y vaya que machote.
-No, no estas- me dijo
-mierda, ya son las 7:05 no alcanzaré, pero estoy segura que reservé
-lo siento Laura.
-no tienen impresas todas las solicitudes?
-si, en un cuarto pero son muchas a diario
-te ayudo, estoy segura de que ahí debe estar- dije. Le dijo algo a su amigo de la otra fila y me acompañó. Era un cuarto espacioso, literas con papeles de a montones y un escritorio. Buscamos y buscamos y nada. Cada vez podía disimular menos sus ganas de meter su cabeza en mi escote. Desesperada le dije
-hago lo que sea por la reserva
-Laura, sigamos buscando. Se quitó el saco. Retocaba mas su esponjoso culo.
-aquí está- me dijo. Tuve una mezcla de emoción y excitación. Lo hagarré y lo bese. Me metía la lengua besandome y me puso contra la pared. Le quité la camisa. Le acaricié sus músculos y lo senté en el escritorio. Se quitó el pantalón y los boxers. Tenía la polla enorme y mojada. Me la metí toda. Podía ver su cara de placer.
-ahhh sigue así Laura- decía mientras miraba el techo. Y estabamos sudando cuando me desvistió. Me puso en cuatro contra el escritorio. Me la metió lento. El hacía más ruido que yo, gemía delicioso. Por último, me acostó boca ...