Curando las penas de mi suegra
Fecha: 04/01/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... más.
Me corrí, y la puse boca abajo. Separé sus cachetes y mi lengua fue directo a su orto, mientras mis dedos seguían jugando dentro de su concha. Ella quiso correrse, pero un suave chirlo en el culo la hizo desistir.
-No, yo… nunca,… por favor… Aggg , nadie… desgraciado… no… si… virgen…
Decía repetitivamente, mi lengua hacía que se fuera dilatando y entrando en ella cada vez más. Saque mis dedos de la concha y apoye uno en su orto.
-Ahora, me vas a regalar un hermoso orgasmo anal. Dije y lo fui enterrando suavemente.
-No… Cris… por…. no…
Decía pero a su vez movía sus caderas para arriba y abajo. Un par de minutos y tuvo un hermosos orgasmo anal.
-Ahora, contame, como te gusta más.
-De atrás, como perrito, en cuatro.
-Que pena, a mí a las mujeres hermosas como vos, me gusta cogerlas cuando me cabalgan.
Me acosté e hice que me montara. La tomé de la cintura y empecé a embestirla con todo, sosteniéndola de la cintura.
-Me encanta ver como saltan esas tetas hermosas, ver como me miras caliente, reventando de placer. Dije.
-Hijo de puta, sí que sabes coger.
-Coger a una mina caliente como vos, es hermoso, pero si se suelta, y deja que su calentura la domine, te aseguro que es genial. Lo tendrías que probar.
-Cerdo, ¿no te parece suficiente como estoy?
-No, quiero más.
Solté su cintura y separé sus cachetes al máximo.
-Metete un dedo en el culo.
-Cris, no, yo no…
-Clara, te morís de ganas, te gusto la paja que te ...
... hice.
-Sos un desgraciado, un cerdo.
Dijo y mojando su dedo en la saliva de su boca, lo fue introduciendo y moviendo. Ella era ahora la que mandaba, me cabalgaba como loca, me pidió la almohada, la mordió, apoyo sus manos en mi pecho y saltaba como loca en mi pija mientras se metía y sacaba el dedo del culo.
-Así, ahora si sacate toda la calentura guardada, vos solita te vas a llenar la concha con mi leche haciéndome explotar.
Ella me escuchaba y más loca se ponía, llevo su otra mano a la boca, mojó dos dedos y sin detenerse, los introdujo en reemplazo del que estaba.
-Si metes un tercero, quizás me pongas loquito y te acabe.
-Cerdo, maldito desgraciado.
Lo hizo, metió tres dedos y segundos después, la tome de la cintura, la mantuve quieta y acabé en su concha. Ella sin quitar los dedos, con la otra mano se apretó una teta y grito de placer, alcanzando el orgasmo más fuerte de la tarde.
Se quitó de encima de mí y se acostó.
-No me vas a creer, no me importa. Fue el mejor sexo de mi vida. Nunca me había excitado tanto, tampoco mi marido nunca se ocupó de que lo haga claro. Si te digo que nunca había hecho todo, absolutamente todo lo que hicimos hoy, no me vas a creer. Nunca en el baño, nunca montarlo, nunca chuparle la pija así, nunca sus dedos hicieron eso con mi concha, mucho menos su lengua con mi culo. Sí que me calentaste.
-Eso me resulta increíble, no entiendo como un hombre no puede gozar a una mujer como vos.
-El me gozaba, se ponía atrás mío, y ...