Juego Twister
Fecha: 03/08/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
No se cómo me he dejado convencer.
Ana se ha empeñado en que debíamos venir.
Cuando esta mañana nos hemos cruzado con Carlos, no teníamos ningún plan concreto para esta tarde de sábado.
También la comprendo. Sé que está colada por él y no iba a perder la oportunidad.
Cuando nos ha dicho que si queríamos venir esta tarde a casa de Juan, le ha faltado tiempo sin contar conmigo, para afirmarlo.
A mí no me apetecía así que después no he hecho más que ponerle escusas. Al final y después de repetirme “Por favor” unos cuantos miles de veces, aquí me encuentro sin tener muy claro porqué he venido.
La casa de Juan es muy grande. Estamos en el salón donde, a pesar de los muchos muebles que hay, da la sensación de quedar un espacio infinito.
Llevamos ya un rato y estoy junto a Juan y Pedro, escuchando lo que dicen.
Pedro y Juan son íntimos. Se les suele ver siempre juntos. Pedro es un chico muy alto.
Inma, la hermana gemela de Juan, tontea con Marcos, un chico rubio con unos bonitos ojos azules. Inma es muy guapa y las malas lenguas dicen que un poco puta. Según la leyenda negra, se ha tirado a medio instituto.
Ana no ha tardado en pegarse a Carlos y le sigue la conversación con cara de bobalicona.
¡Al menos podría disimular! – pienso esbozando media sonrisa.
Los siete vamos al mismo curso en el instituto. Inma, Ana y yo a una clase y el resto van a otra.
A pesar del frio de la calle, aquí hace calor. Nos hemos quitado los abrigos al entrar pero ...
... empieza a sobrarme también el jersey.
- ¿No hace mucho calor? – pregunto a Juan.
- Si, – asiente – tendrás que quitarte el jersey, no tengo ni idea de cómo bajar la calefacción.
Le hago caso y me lo quito. Estoy acalorada.
Me ha parecido que tras esto he captado la atención de los chicos. Debajo llevo una blusa muy ajustada y, como casi siempre en invierno, no llevo sujetador. Ventajas de tener unas tetas firmes.
Bajo un poco la mirada. Me percato de que se me notan los pezones. Trago un poco de saliva para mantener el tipo. Tampoco es para tanto.
Como si no pasara nada, prosigo atenta a la conversación que mantienen Juan y Pedro.
Intento entrar en la conversación e intervengo con una frase de compromiso:
- ¡Este salón es inmenso!
- Si, - me contesta Juan, desentendiéndose de Pedro y prestándome atención - en ese espacio jugábamos de pequeños al Twister.
Veo que me mira directamente a los pechos. Intento seguir la conversación como si no pasara nada.
- No he jugado nunca al Twister. ¿Es entretenido?
- Sí, aunque depende de con quien se juegue. Yo también hace mucho que no juego.
De repente parece que sus ojos se iluminan y propone con una exclamación:
- ¡Chicos! ¿Os apetece que juguemos al Twister?
- ¡Oh, estupendo! - añade su hermana Inma.
Sin dar tiempo a añadir nada, Inma se dirige un mueble librería y abriendo unas puertas inferiores extrae una caja donde se puede leer Twister en el exterior.
Abre la caja y saca un tapete ...