1. Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (9)


    Fecha: 21/10/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... del llanto.
    
    -No te imaginás cuánto me calientan tus ruegos, tu cara de miedo. ¡Bajá de ahí, carajo! –fue la respuesta de Ligia. -¡Bajá de ahí o te despellejo a varillazos! –amenazó y el chico obedeció temblando de pies a cabeza. Al pobrecito le costaba asumir como real semejante situación.
    
    “Es una pesadilla… -se decía. -¡Voy a despertarme! ¡voy a despertarme!”
    
    Pero no era pesadilla, lamentablemente para él.
    
    La mujerona lo tenía frente a ella, con la cabeza gacha y los brazos caídos a ambos lados del cuerpo.
    
    -Date vuelta. –le ordenó y como una manera de reforzar la orden le cruzó los muslos de un varillazo. El chico obedeció, cada vez más asustado y Ligia pudo regodearse entonces con ese culito redondo y empinado.
    
    -Te voy a explicar para qué te trajimos. –le dijo Ligia con un brillo de maldad en sus ojos. –Pero antes arrodillate.
    
    El jovencito demoró en obedecer, pero lo hizo cuando sintió en sus nalgas la quemazón del varillazo que le propinó la matrona.
    
    Estaba aterrorizado y al mismo tiempo ansioso por saber para qué estaba en ese lugar. Arrodillado y de espaldas a esa mujer escuchó lo siguiente:
    
    -Estás acá para ser cogido por tres señores a los que les encantan los chicos lindos como vos…
    
    -¡¿QUÉEEEEEE?! –chilló el pobrecito y giró sobre si mismo para mirar espantado a la mujerona, que sin más le cruzó la cara de dos contundentes bofetadas cuya fuerza lo hizo caer de espaldas con los ojos llenos de lágrimas. Ligia lo incorporó tirándole ...
    ... brutalmente del pelo y cuando lo tuvo arrodillado volvió a abofetearlo manteniéndolo sujeto por el cabello para evitar que cayera.
    
    -Basta, por favor… -no me pegue más… -suplicó el jovencito, pero Ligia se mostró inflexible:
    
    -Te voy a seguir pegando hasta que te sometas, borrego…
    
    -No… no quiero que me cojan… -murmuró Diego con tono angustiado.
    
    -¿Y pensás que a nosotros nos importa lo que vos quieras o no quieras? Estás en nuestras manos y vamos a hacer con vos lo que se nos antoje. ¿Oíste?
    
    -No… la policía debe estar buscándome y me van a encontrar y ustedes van a ir presos. –se ilusionó el pobrecito.
    
    La mujerona lanzó una carcajada burlona y lo desalentó cruelmente:
    
    -Olvidate, nene, tenemos contactos de muy alto nivel, así que la denuncia de tus papis fue a parar al tacho de la basura. No seas tonto, resignate y a lo mejor termina gustándote eso de tragar verga.
    
    -¡Nooooooooooo! –insitió el chico provocando un nuevo arranque de ira en Ligia, que volvió a darle una bofetada para después arrastrarlo hasta debajo del ventanuco enrejado, donde lo puso de rodillas mirando a la pared, con los brazos en alto y las muñecas atadas a uno de los barrotes con una cuerda que extrajo de uno de sus bolsillos. Inmediatamente, con una segunda cuerda, le amarró los tobillos dejándolo así prácticamente imposibilitado de moverse
    
    -¿Qué me va a hacer? –preguntó el chico con voz temblorosa.
    
    -Convencerte de que te va a convenir ser buenito y obedecer, rico. –explicó Ligia, tomó la ...
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