1. Su fantasía ideal


    Fecha: 18/10/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus piernas y desde ahí trató de besarle su sexo… Ella estaba extasiada y dejaba que todo aquello pasara, sin ninguna premura.
    
    Después de esto volvió a levantarse y alzando a mi esposa, la colocó sobre un muro divisorio, levantado quizá a un metro y medio del piso, abrió sus piernas y siguió estimulando aquel sexo, que para ese momento debería estar a punto de estallar. En seguida, y tal vez preparando lo que vendría, el muchacho se despojó de la camisa. Mi mujer, entonces, pudo apreciar unos hombros amplios y bien formados, unos brazos trabajados, con músculos bien definidos, y por fin se pudo dedicar a acariciar ese pecho que tanto ansiaba tocar…
    
    No duraron mucho en aquello. Al parecer los estímulos habían sido tan largos y demorados que la situación llamaba para buscar un desenlace. El moreno nuevamente alzó a mi mujer, depositándola ahora sobre un sofá. Ella, a cada nada, abrazaba aquel torso y de nuevo lo besaba y besaba. Incitada por él, mi esposa se levanto y, al compás de la música, empezó a mover sus caderas y piernas, mientras este muchacho se acurrucaba para pasar sus manos sobre sus piernas, siempre deteniéndose unos instantes a estimular el sexo de mi esposa con sutiles caricias…
    
    En esa posición él, poco a poco, fue despojándola de sus panties y de sus bragas… En poco tiempo quedó ella tan solo cubierta por su corpiño, quedando ahora su sexo a merced de las intenciones de aquel hombre. Suavemente la empujó hacia atrás, sentándola en el sofá, abriendo ...
    ... sus piernas y, delicadamente pero en forma firme, puso su lengua en el sexo de mi esposa. Aquello fue como si hubiese recibido una descarga eléctrica. Su rostro se congestionó, llevó sus espaldas hacia atrás y empujo adelante su pelvis, exponiendo aún más su sexo a los labios varoniles que la atacaban con insistencia y que le producían mucho placer.
    
    Luego ella se fue dejando caer del sofá, hasta quedar de rodillas en el piso, frente a él. Este decidió introducir los dedos de las manos en su vagina y esto al parecer le produjo otra descarga eléctrica. Los gestos en su rostro lo decían todo… Estaba disfrutando a más no poder. Y había todavía mucho más por suceder…
    
    Andrés, que así se llama el muchacho, recostó a mi esposa sobre el piso y se dedicó a estimularle el sexo con su boca. La sensación debió ser muy agradable, porque ella se relajó totalmente, echó sus brazos hacia atrás, como entregada, y esperó con placer que él pacientemente hiciera con ella
    
    todo cuanto quisiera. Después hizo que ella se levantara, apoyándose en las rodillas y manos, para continuar besando su sexo desde atrás, prácticamente colocándose debajo de ella. Y después, para terminar la faena, volvió a recostarla de espaldas abriendo ampliamente sus piernas, a lado y lado, para seguir besando aquel sexo que tanto le fascinaba.
    
    Terminado esto, parece que mi mujer entendió que ahora era su turno, así que se colocó frente a él, bajó la cremallera de su bragueta y expuso aquel miembro negro, grande y ...
«12...4567»