Promotora de baterías
Fecha: 15/01/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: AnaliaTorfe, Fuente: CuentoRelatos
... ganas de darme un beso o tocarme la boca. El amarillo sin bombacha no te vimos. Te cambias?
Me cambié, estaba muy excitada ya, me metí todo en la cola y la vagina parecía plastificada. Me encanta de las dos formas, tú cómo lo ves mejor?
Me gusta de las dos formas, me excita mucho tener la bombacha metida, me roza y me estimula, así parece que estuviera desnuda. Dale pues ponte la bombacha me dijo Gustavo ya descarado, muy caliente, te lo pones acá?? Si, no hay problema les dije, me abrí el cierre y me saqué adelante de los dos. Me puse la bombacha girando para que vean la cola y me calce el catsuit con la bombacha incrustada.
Te excita esto? Si, claro, me excita estar acá con ustedes mirándome, me bajó el cierre y me comió la boca, meanoseaba las tetas y me sacó el equipo amarillo sin parar, Adrian se acercó y me comenzó a besar también, me manoseaban con la bombacha puesta, tal como Iván lo imaginó terminé ensartada por los dos, les chupé a los dos, me tragué la leche, de los dos, me hicieron los dos la cola y la vagina y puede ...
... cabalgando a Gustavo sentir la doble penetración de Adrián enloquecido con mi cola. Con la profundidad, no con la forma, que era un poco fea.
Dos sandwichs que pasarían a ser lo mejor de lo mejor en mi vida. Es lo más placentero estar penetrada por los dos lados. Hicimos los dos, me tragué las 6 leches al menos y metí los uniformes en una bolsa.
Llegué a mi casa, cerca del mediodía. Iván estaba muy excitado pensando en cómo había Sido todo. Sin almuerzo nos metimos en la cama, tenía todo sucio, le dije que me bañaba, pero quiso, ahí nomas le conté con detalles todo. Todo. Todo.
Enloquecido me decía, quiero verte coger, quiero ver cómo te hacen gozar entre dos. Me metía la mano entera en la chocho y como 4 dedos en la cola, toda dilatada , espectacular, a cada detalle de mi relato, yo tenía un orgasmo y él también se quería meter en mis partes. Cuando le dije de las dos veces que se cambiaron para hacerme el sándwich, casi me muero, tenía las dos manos metidas y solo recordar lo que había hecho, me salían chorros y gritaba de placer.