Mi mujer cogida como prostituta por un extraño
Fecha: 15/12/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Pachomore, Fuente: CuentoRelatos
Mi mujer y yo hemos mantenido una relación a distancia dónde solo ocasionalmente nos vemos periódicamente. Durante dos años hemos desarrollado una afinidad sexual increíble. Hemos descubierto capacidades y gustos no explorados en nuestra vida sexual. Hemos dado rienda suelta a la imaginación y expresarnos las fantasías más aberradas. Recientemente hemos compartido afinidad por la fantasía de coger como extraños y eso nunca imaginamos nos generará tanto placer. Ella me ha demostrado cuánto le calienta la idea de ser cogida por un desconocido, ser deseada de la forma más morbosa y aberrada, con mucha lujuria. También le fascina la idea de ser deseada por un extraño y ser culeada a las malas, con fuerza, dominada, ser tomada prácticamente en violación.
A lo que de momento he correspondido prestándole para hacer el juego de roles, hacernos los desconocidos, y jugar a hacer la dramatización de dichas fantasías.
Un día en una oportunidad de encuentro, le pregunté si quisiera venir y experimentar dichas situaciones, ser cogida por un desconocido con mucha lujuria, hacer realidad fantasías, a lo que obviamente ella dijo que sí. Cómo siempre.
Cada vez que viene con esos fines le digo que se mentalice en saber a lo que viene... una puta en busca de verga. Y eso hizo.
Acordamos el sitio. Yo reserve habitación de hotel y me prepare para su llegada.
Al llegar, todo el juego comienza, yo la hice vestir muy sexy, muy puta, con tacones altos, medias de liguero y un juego ...
... babydoll que le pararía la verga hasta un muerto. Se ve increíble con sus labios rojos y en tacones altos. La tire en la cama, con piernas casi al hombro y abierta como pollo asado la amarre bien expuesta como si fuera a alistarla para la violación... no tenía forma de soltarse o evitar lo que le fuera a hacer.
Yo comencé el juego de tocarla, acariciarla, le tocaba las tetas, le acariciaba el gallo y clítoris, quería deliberadamente excitarla en niveles casi de tortura antes de hacer cualquier otra cosa.
Al oído le decía a modo de susurro, con palabras soeces, vulgares y aberradas, que cuánto deseaba ser cogida?, le decía que cuánto deseaba tener la verga dura y lechosa de un desconocido dentro de sí?, mientras le lamía los pezones de sus senos y le pasaba mis dedos por los labios vaginales que chorreaban en sus fluidos de excitación, le daba lengua y dedo en intervalos para excitarla al clímax sin dejar que acabara.
Ella solo alcanzaba a decir que mucho lo deseaba, con desesperación, decía que había venido a hacerse coger por algún Hijo e Puta morboso extraño dispuesto a culearla como a prostituta.
Yo que sabía cuánto le excitaba el sentirse deseada por un extraño, le dije: que el que vendría a cogerla sería un obrero, grotesco, un hombre ordinario solitario y desconocido al cual le mostré por algún tiempo sus fotos desnudas haciéndole creer que era una prostituta y que en ese tiempo dicho hombre no hizo más que obsesionarse con la idea de poder clavarla sin ...