No me arrepiento
Fecha: 26/11/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: guiti, Fuente: CuentoRelatos
Sucedió el verano pasado. Mis padres tenían que trabajar y no querían que estuviera en casa todo el verano, por lo que me fui a la casa que teníamos en el pueblo.
Al llegar, tuve que ordenar todo ya que estaba llena de polvo del poco uso que le daba.
En el pueblo vivía mi primo, era 10 años más joven que yo, él tenía 25 y yo 35.
A pesar de la diferencia de edad siempre pasábamos muy buenos ratos juntos, la verdad es que era casi como mi hermano pequeño.
Siempre nos contábamos todo y éramos muy buenos amigos.
Al llegar, Ricardo, que es como se llamaba, me estaba esperando en la estación de tren para ayudarme con el equipaje que, la verdad, pesaba un poco. Cuando me vio levantó la mano y fui hasta él y nos dimos un fuerte abrazo.
Llegamos a la casa de mis padres y empecé a colocar las cosas y a limpiar la casa que la verdad estaba bastante desordenada.
Mi primo tenía el móvil en la mesa y de repente empezó a sonar, en la pantalla apareció la foto de una chica con el nombre de Carla, la verdad es que era una chica preciosa de ojos verdes. Por supuesto yo le di el teléfono y en ningún caso me atreví a preguntarle quien era ya que, no era de las personas que se meten en la vida de los otros. Él descolgó y empezó a hablar con ella, pero, por su forma de hablar sus palabras cariñosas y al despedirse con un " te quiero" pude intuir que no era una "amiga" más.
Al día siguiente fuimos a hacer la compra, ya que tenía la nevera vacía, y Ricardo me dijo que me ...
... acompañaba al súper porque él también quería comprar varias cosas.
Hicimos varias compras de comida y demás, cuando justo en la cola vimos a una chica de aproximadamente un metro setenta con el pelo negro rizado. Vestía una camiseta azul y unos pantalones cortos rosas, la verdad es que era muy guapa, y al girarse descubrimos que era Carla.
Mi primo Ricardo la besó brevemente en la boca y nos presentó.
Nos dimos dos besos en la mejilla y le comenté que estaba de veraneo. Al salir del supermercado continuamos hablando y tomamos direcciones opuestas, por alguna razón, yo volví la cabeza para mirarla y ella hizo lo mismo y me devolvió una sonrisa bastante pícara que en un principio no le di importancia, pero me quedé prendado de esos preciosos ojos verdes como zafiros.
Luego en casa estuvimos hablando y Ricardo me comentó que estaba saliendo con ella desde hacía un par de meses, se habían conocido en la facultad de periodismo e iban a la misma clase.
Fuimos a cenar y después de ver la televisión nos fuimos a dormir, ya en la cama, por más que lo intentaba no podía quitarme de la cabeza la imagen de Carla.
A la mañana siguiente quedamos con ella para correr por un bosque cercano. Hacía mucho calor y ella se puso un top deportivo y unos pantalones cortos muy ceñidos que aparte de acentuar su culito respingón, se le marcaba el tanga.
Empezamos a correr y poco a poco fuimos cogiendo ritmo de carrera e íbamos los tres a la par. Con el paso de los kilómetros empecé a ...