Segunda oportunidad para aprobar el examen
Fecha: 30/10/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos
Un joven de diecinueve años con barba y constitución atlética, entró en el despacho de Silvia, su profesora de Física. Llevaba puestos pantalones vaqueros de color negro, camisa a cuadros y zapatillas de correr blancas.
- Buenas tardes Juan. - saludó la mujer con voz autoritaria tras abrir la puerta para que su alumno entrase a la revisión.
Silvia llevaba gafas. Aquella tarde vestía pantalones vaqueros y camiseta negra, ambas prendas ajustadas marcando su figura. El cabello castaño y largo recogido en una coleta, frente amplia que transmitía inteligencia y rasgos que cualquier hombre o mujer, sin llegar a definirlos como bellos, si que los encontraría interesantes.
- Gracias. - contestó el estudiante.
La profesora tomo asiento tras una amplia mesa de escritorio, buscó el examen de Juan y tras ojearlo, suspiró, y tomo la palabra de nuevo.
- Estás suspenso - dijo con un tono neutro que sonaba a sentencia.
Juan la miró a los ojos y soltó el pequeño discurso que había preparado de antemano. Elogió a su profesora, destacando lo mucho que había aprendido en sus clases, reconoció que no había hecho su mejor examen y solicitó una nueva oportunidad.
- Estás suspenso - repitió Silvia sin ceder un milímetro.
Aquel chico le gustaba, sus palabras, sus halagos y el análisis que había hecho, sin faltar a la verdad eran dignos de elogio pero... la justicia, el derecho del resto de alumnos, el principio de igualdad de oportunidades tenían que imponerse.
- Por favor, ...
... necesito aprobar. La beca y mi futuro dependen de esto.
La profesora echó un vistazo al listado de alumnos, había otros tres que como Juan, se habían quedado a las puertas de pasar. Todos merecían las mismas oportunidades pensó con una sonrisa enigmática en sus labios mientras pensaba en algo inconfesable. Luego, esos pensamientos atrevidos se convertieron en voz.
- Hay una opción que pasa por hacer un nuevo examen... pero esa posibilidad tiene un precio.
Juan se mostró sorprendido y esperanzado a un tiempo.
- Lo que sea. - dijo con el ansia de un desesperado agarrándose a un trozo de tabla que, flotando, aparece de la nada en medio del abismo.
Silvia soltó la propuesta ocultando la excitación que sentía en ese momento.
- La opción es recibir unos azotes con un paddle en el culo.
Juan recibió la noticia como quién no está seguro de estar despierto o soñando.
La profesora se levantó y se acercó al muchacho. Juan podía oler el perfume de aquella mujer y durante un instante sus ojos se posaron en los senos.
El alumno tragó saliva.
- ¿Qué me dices? azotamos ese culete de chico irresponsable.
Juan, que se había quedado sin muchas opciones, asintió con un movimiento de cabeza.
- Bien, pues vamos a ello. Inclínate sobre el escritorio. - ordenó la mujer mientras sacaba el paddle de un cajón.
- A ver, serán seis con ropa y otros seis en el trasero desnudo. No pongas esa cara, a los chicos traviesos se les corrige en cueros.
El alumno obedeció ...