Relato en el avión
Fecha: 02/10/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Mickaela, Fuente: CuentoRelatos
Estoy volando. Volando entre las nubes. Volando igual que volaré en unas horas. Cuando nuestros cuerpos húmedos y deseosos dancen haciendo el amor y volando entre estrellas.
Entraré en el bar y buscaré entre la gente hasta que se crucen nuestras miradas de complicidad y se dibuje una sonrisa tímida en nuestros labios. Nos acercaremos, nos abrazaremos fuerte y nos robaremos unos besos tímidos.
Toca una tarde de vida social: Charlar entre amigos tomando tapas y una copa tras otra. Música, baile, sonrisas, miradas... sabemos lo que vendrá después... y estamos deseosos el uno del otro. Somos cómplices de la diablura que llevamos dentro y como nos vamos a desatar en pocas horas. Sólo lo sabemos nosotros. Nadie más.
Se que seremos los últimos en irnos del bar, es su día. Despedidas de la gente, abrazos y todo el mundo hacia casa a descansar para retomar mañana lunes una nueva semana. Excepto nosotros. Para nosotros está empezando la noche. Una noche que será larga y llena de vicio y que el lunes recordaré nublosamente.
Me pide que querré tomar y con la máscara de niña buena que llevo puesta le digo que me da igual, le sonrió y le guiño el ojo. Decido coge un par de botellas y nos vamos a su casa.
Paseamos agarrados, besándonos, riéndonos, jugando en medio de la calle como si fuéramos dos adolescentes.
El ambiente se empieza a calentar. Entramos en el ascensor y nos comemos como si no hubiera un mañana. Estamos tan calientes que no sé si vamos a parar el ...
... ascensor para un primer round o vamos a poder llegar. Se abre el ascensor y sin dejarnos de besar llegamos a la puerta de su casa.
Se le caen las llaves. Nos reímos, vamos borrachos y estamos calientes.
Entramos y seguimos besándonos a lo largo del pasillo mientras dejamos un rastro de chaquetas, bolso y zapatos de tacón hasta llegar al salón.
Es un salón muy bonito, ventanas grandes que dan a las mejores vistas de la ciudad, techos altos, suelo de madera antigua y muebles muy prácticos para follar. Que recuerdos me trae este salón, lo bien que lo hemos pasado en anteriores ocasiones aquí. No hay ni un mueble que no esté machado de mis corridas que con tanta facilidad me saca. Es un mago. Un mago del placer que me tiene enloquecida.
Me prepara una raya que me meto con ganas. Ahora empieza la SORPRESA, la sorpresa que no se espera: su regalo de cumpleaños convertido en fantasía y deseo cumplido.
Me toca mandar. Ahora soy una diva. Una diva que tiene todo el poder del mundo para hacer gozar este hombre deseoso de mí.
Le pido que ponga música fuerte, que me prepare una copa y otra raya y que me de unos minutitos para prepararle su sorpresa. Lo dejo cumpliendo órdenes en el bonito salón, que, otra vez, será nuestro escenario de hoy.
Ya en su habitación, me desnudo lentamente, me miró al espejo y contemplo mi cuerpo real. Femenino, ardiente, con curvas, tatuado por la naturaleza con las estrías de la vida y también tatuado a mi voluntad por mis creencias, valores y ...