Una noche de hotel
Fecha: 01/10/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Leia21, Fuente: CuentoRelatos
... pero no conseguía estar completa, ya que le faltaba su fantasía.
Al despertar la mañana siguiente, frente al mar, hacía un día soleado, perfecto para tumbarse un rato al sol, a pesar de que era marzo. Y como estaba en la terraza de su habitación se puso a tomar el sol sin ropa, eso hacía que se excitase y volviese a las andadas.
Pero no era lo mismo, por más que se masturbase y llegase al orgasmo, algo le faltaba.
Hasta que llegó él. Ella había hablado en alguna ocasión de dónde iba a estar y de su situación, y había insinuado su "desesperación" por la necesidad de ser "empotrada" como lo fue en su anterior fantasía. Pero no creía que fuera posible, y el vino le hacía dudar si estaba otra vez en la fantasía o en la realidad.
Tocaron a la puerta, sin ella esperar a nadie. Se puso el albornoz, ya que llevaba el picardías negro con bordados azul, abrochado en su pecho, y abierto hacia la barriga. Y el tanga a juego. No era plan de que cualquiera la viera así.
Cuando abrió la puerta y lo vio, no se lo creía, ella no había dicho su número de habitación pero él se las había ingeniado en conocerlo. Ella no conseguía que saliesen palabras de su boca. Él dijo "hola" y entró cerrando la puerta sin apartar la mirada de ella. Era tarde noche, él reconoció que le hubiera gustado llegar antes pero que le había sido imposible, pero no podía dejar pasar una noche más, sabiendo dónde estaba y sus ganas ardientes de ser "embestida" y ser empotrada hasta acabar exhausta.
Ella ...
... seguía sin poder articular palabra, pero no hizo falta, el lazo del albornoz se soltó y dejó entrever lo que llevaba puesto. Señal suficiente para él, se acercó lentamente, y le terminó de quitar el albornoz, para después agarrarla de la cintura y pegarla a él, con la otra mano sujetando su cara y comenzando a besarla con pasión. Mientras la mano de la cintura fue bajando hacia su culo acariciándolo, primero lentamente, y luego con más firmeza.
Ninguno hablaba, todo lo decían sus miradas. Antes de que él pudiera reaccionar, Leia estaba quitándole la ropa, acariciando su cuerpo entero, y agarrando su miembro que ya empezaba a abulta a través del pantalón. Pantalón que en un abrir y cerrar de ojos se había quitado. Leia que estaba ávida por disfrutar de ese momento, le quitó sus calzoncillos, lo tumbó sobre la cama, y se fue directo hacia su miembro que por fin estaba libre. Comenzó a masajearlo, lentamente con sus manos, y con su lengua. Poco aguantó y se lo metió en la boca, saboreándolo, como había estado ensañando con su vibrador, pero este era de verdad. Esto sí era de verdad (o su cabeza le engañaba y estaba soñando?). Empezó con movimientos arriba y abajo, ayudándose de las manos, de la lengua, chupando también sus testículos y viendo con él se estremecía de placer. De vez en cuando él le sujetaba la cabeza para hacerle ver los movimiento que él quería y ella se dejaba. El intentaba llegar a sus pechos, a su culo, pero ella no le dejaba.
Hasta que él se "cansó". La ...