1. La ducha


    Fecha: 24/09/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... No tenía tetas grandes pero me gustaban, eran firmes, suaves y redondas, lo que si tenía era un culo divino. Parado, pero grande, con movimiento, podía apretarlo en mis manos, manosearlo horas seguidas, darle cachetazos hasta que quedara rojo, estaba enamorado de su culo también. Así que mis dos manos fueron ahí enseguida, empecé a sentir su short, se lo empecé a subir, recorría sus muslos y ella se apretaba contra mí. Nos estábamos besando con lengua, cortándonos la respiración y yo seguía subiendo por sus muslos, hasta que llegue al culo. Se lo apreté con las dos manos y la apreté contra mi cuerpo, seguramente sintió que se me empezaba a poner dura y se pegó más. En ese momento noté que no tenía bombacha, tantee con la mano nuevamente para ver si acaso tenía una tanguita que no había notado, pero no. Eso terminó de calentarme y metí la mano por delante del short, la miré a los ojos mientras mis dedos bajaban por su panza, su monte de venus con algunos vellos suaves, su clítoris y finalmente su conchita que ya se empezaba a humedecer. Ella también me miraba a los ojos, le ardían de calentura y me empezó a tocar por encima del pantalón. No podíamos estar un segundo separados, la tensión quemaba en el aire. En ese momento me acordé de dónde venía y me di cuenta de que necesitaba un baño, ella ya se estaba arrodillando ahí mismo en el living, pero la frené.
    
    - Me voy a dar una ducha rápido y vengo, estoy demasiado sucio.
    
    - No, la quiero ya.
    
    - Pero recién llego, ...
    ... ¿qué?¿te estabas tocando ya?
    
    - Si, para vos.
    
    Estaba arrodillada mientras hablábamos y me desabrochó el pantalón, me lo bajó y en un movimiento tenía mi pija en la mano, la estaba acariciando y me miraba. Me quedé congelado un momento, ella abrió la boca, se acercó y me la empezó a chupar. Succionaba la punta, después pasando la lengua hasta abajo, y volviendo parte por parte.
    
    - No me importa que estés sucio, soy tu putita.
    
    No podía creer lo que escuchaba, debía estar muy excitada esta tarde. Igualmente me hizo volver a la realidad y la alejé, no le iba a dar tan fácil lo que quería y además, en serio necesitaba un baño. Fui a su habitación, dejé mi mochila, me saqué toda la ropa y fui desnudo al baño, había cierta impunidad en la forma de manejarme en la casa, en ese mismo living que habría sido testigo de escenas familiares ahora la hija estaba arrodillada, con la boca abierta, la conchita mojada debajo del short sin bombacha y unas ganas terribles de ser la putita de alguien, de que se la cojan bien y la dominen. Yo le satisfacía algunos de esos deseos en ese momento y así, semana a semana, me mandaba un mensaje en esas tardes. Abrí el agua de la ducha y me metí, estaba caliente y salía con buena presión. Para mi hay pocas cosas más relajantes que una ducha caliente después de un día largo, cerré los ojos, me apoyé en la pared y dejé que el agua corriera, el sonido y el vapor me adormecían. De repente, sentí que me tocaban, abrí los ojos y estaba ella completamente ...