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Me cogí a mi amante en la casa de sus suegros
Fecha: 27/02/2023, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Juan, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Sara era mi compañera de la facultad, estaba casada, pero siempre me había gustado. Con el paso de tiempo nos empezamos a llevar muy bien, y en cierto momento de su vida, estaba no tan a gusto con su esposo, que la verdad era insoportable. Pues esto sirvió para que ella y yo tuviéramos una relación de amantes, de vez en cuando íbamos varios a su casa a hacer trabajos, ella y su esposo vivían con sus suegros, así que cuando llegábamos nos instalábamos en la parte superior de la casa y nadie nos molestaba. Poco a poco empecé a ir yo solo también con el pretexto de las tareas, pero no pasábamos de besos y caricias hasta que un día paso lo que tenía que pasar. Estamos acostados en la cama boca arriba, uno a lado de otro y con las manos entrelazadas, de repente se levanta yo hago lo mismo pero me quedo sentado en la orilla de la cama y ella se pone frente a mi y se levanta la blusa mostrándome sus pequeñas tetas y me pregunta que si me gustan aunque estén pequeñas. Le respondo que me encantan y las empiezo a besar comiendo suavemente sus pezones, y acariciando en toda su extensión con mis manos. De repente se escucha un ruido, se baja la blusa y se va hacia una repisa para despistar, pasados unos segundo y al no ver que nadie se acercaba, me levanto, me pongo detrás de ella ...
... y le empiezo a besar el cuello, mientras acaricio por debajo de su blusa sus tetas, esto hace que ambos nos excitemos y en un movimiento se baja su pantalón y su calzoncito, se medio inclina ofreciéndome su culo. Yo, también excitado y con la verga bien parada, me desabrocho el pantalón y lo bajo junto con mi ropa interior y saco mi pene, con mis manos le abro las nalgas a Sara, viendo la vagina más húmeda que he visto en mi vida, literalmente chorreaba fluidos viscosos. Busco con mi pene la entrada de su vagina, que por los nervios no atinaba a penetrar, pero la mano hábil de Sara toma mi verga y la dirige a la entrada de su panochita, entrando con gran facilidad por lo lubricada que estaba. Estuve entrenando y saliendo por su vagina, hasta que ya no puede y descargue toda mi leche en ella. Se volteó, me miró, me beso y me digo que qué habíamos hecho, a lo que le contesté que lo más rico que había hecho hasta ese momento. Cómo ella tenía su pantalón y calzón a media rodilla, ahí fue donde empezó a escurrir mi semen y sus secreciones, se percató de ello y me dijo que iba al baño a limpiarse, se subió la ropa, me volvió a dar un beso y se fue. Hubo otras dos ocasiones más en esa casa, una de ellas casi nos cachan y nos quedamos a media cogida, pero eso era muy excitante.
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