Atrapados en la pandemia 2020 parte dos - Relatos Eróticos

Atrapados en la pandemia 2020 parte dos

... chupalo todo.!

 Ahora lo metía hasta el fondo de su garganta y comenzó con su faena yo estaba que volaba de tanto placer,  lo qué imaginaba hoy al masturbarme y con los ojos cerrados ahora era una fabulosa realidad . Veía su cabeza y nariz yendo y viniendo estaba súper feliz de estar con la esposa de mí tío y lo puta que resultó, cada tanto ella levantaba la mirada y me observaba con esos ojos celestes y sus ojos ya delataban lujuria y ganas de mucho más y eso me ponía más caliente.

Era toda una maestra en el arte de la felación, sabía perfectamente donde presionar, sus labios apretaban todo el glande mientras lo metía y sacaba de su boca, de sólo imaginar que ella  estaba haciendo  lo mismo que hacía con mí tío me excitaba mucho más y chupába y manipulaba mí pene como sí hubiera sido suya toda la vida y dé golpe lo metió hasta el fondo de su garganta y así se mantuvo por unos 20 segundos sin respirar ni moverse,  la expulsó recién una violenta arcada e inhaló todo el aire que pudo y luego mirándome con esos ojos celestes me dijo .

- Me quiero tomar toda tu leche..!

Y sentía más presión de sus labios sobre toda la cabeza de mí verga y sabía que el orgasmo era inminente, la mamada continúo por unos dos o tres minutos ...

... más, ya mí pulso sé me aceleró al máximo sentía como todo mí cuerpo sé me erizaba los ojos se pusieron blancos y pasó lo inevitable  con tan maravillosa caricias bucales en mí verga y no pude más exploté.

- Yaaa.  mee vengooo... ahí tienes tu lecheee...ohhh..ohhh...!

Tenía un fuerte espasmo y solté mi primer chorro de semen caliente y dí un gemido agudo de placer,  Frida no dejó nunca de chupar por el contrario aumento el ritmo de sus embestidas bucales consiguió con eso aumentar más mí placer,  siguieron cinco o seis disparos más de semen imposible de contarlos en ése momento y la mujer de mí tío continuaba tragando todo cómo una glotona, la furiosa corrida había terminado y no dejó caer ni una sola gota de semen de su boca, para asegurar dió dos o tres lenguetazos más al glande y recoger las últimas gotas de esperma que seguían aún saliendo del meato urinario, luego le dió un beso y mirándome me dijo.

- Estás Alexander ya complacido así que puedes irte a tú habitación ..!

Le dí las gracias dandole un beso en la mejilla, salí y mientras iba rumbo a darme una ducha iba pensando que ahora que ya habíamos roto el hielo iban a venir muchas cosas más entre nosotros y que estábamos solos en ésa casa atrapados en la pandemia.