Mi violación. - Relatos Eróticos

Mi violación.

Esta historia es completamente cierta.
Tenía 16 años y estaba en el liceo.
Era virgen y bastante delgado. No era gay.
Era muy tímido y miedoso.
Por eso al salir del estudio y ver a dos muchachos en una esquina y al no gustarme su "pinta" de delincuentes, traté de apurar el paso.
Pero no me sirvió de mucho, ya que se metieron delante mío impidiéndome el paso.
Uno de ellos me mostró un cuchillo y me dijo, pasándome una mano sobre el hombro:
—Vas a venir con nosotros o te matamos.
Yo me asusté mucho y me sorprendí, ya que pensé que querían robarme.
—Sí, sí, hago lo que ustedes digan —dije con temor.
Me llevaron a dos cuadras de allí, a una casa abandonada y medio en ruinas.
Eran más de las siete de la tarde.
—Tenés que hacer todo lo que te dígamos o te matamos.
—Sí, sí, hago todo lo que me digan.
—Desde ahora te llamás puto —dijo el que después supe que se llamaba Abaité.
—Puto —habló ahora al que su compañero le decía Nelson— tengo ganas de escupir, pero dentro de tu boca. ¿Te gustaría? 
—Lo que ustedes me manden.
—Entonces abrí grande la boca y sacá la lengua.
Hice lo que me dijeron y los dos me empezaron a escupir.
Cada tanto tenía que tragar.
Después de diez minutos abaité me dijo que le lavara los pies.
—¡Pero aquí no hay agua! —le dije.
—¿Y para qué tenés lengua?
En ese momento me di cuenta de lo que quería.
Él se sentó en el piso y yo le saqué los championes y empecé a lamerle las plantas de los pies y chuparle los dedos.
El que estaba atrás me ...

... comenzó a apretar y acariciar las nalgas.
Casi enseguida me bajó el pantalón y pasó el dedo por el agujerito.
Intentó meter el dedo pero no entró.
Me lo escupió dos o tres veces y me dio el dedo del medio para que se lo chupara.
—Decime que estás deseando que te lo meta en el culo.
Dije lo que me pidió por miedo de que me pegara, aunque nunca me habían metido nada.
Esta vez entró y lo metió cada vez más adentro y más rápido.
Me ardía un poco y largaba unos quejidos:
—Ahh, ahh...
Ellos se reían y vi que Abaité se tocaba entre las piernas.
En ese momento yo tenía una mezcla de miedo y exitación.
Más o menos me imaginaba lo que me harían después.
Abaité se bajó el pantalón y la tenía muy parada.
—Vení aquí —me ordenó.
Yo subí, dispuesto a chupársela, pero el me hizo lamerle y chuparle las bolas y lamer el miembro a lo largo.
Cuando estuvo conforme dijo:
—¡Ahora chupame bien la pija! Te voy a llenar la boca de leche. ¿Ya sabés que gusto tiene?
Le hice señas que no con la cabeza, y en ese momento vi lo que más miedo me daba. ¡Nelson se estaba sacando los pantalones!
Eso sólo quería decir que me la iba a meter en el culo.
¡Me iba a cojer!
Para peor me pegó con ella en la cara y me dijo.
—Te voy a meter todo esto en el culo.
Pedime por favor que te la meta.
Le dije lo que me pidió mientras chupaba.
Intentó ponerla y no entraba, por lo que me escupió dos veces más metiendo el dedo y moviéndolo.
Cuando intentó de nuevo sentí que entró la punta y se empezó a ...