Fecha: 18/11/2022,
Categorías:
Primera VezTus Relatos
Autor: Daniel, Fuente: drugsounds.ru
soy adicta al sexo y necesito sexo a diario, ya no me sirve solo la autosatisfacción. Necesito tener un harén de hombres dispuestos a complacerme y follarme.
Para ello estoy inscrita en una app en la que hay hombres y mujeres como yo, que en cualquier momento del día necesitan sexo.
Quizás parezca frío, y lo es a veces, pero es como todo, es un mundo oculto a plena vista, y casi siempre terminas satisfaciendo o siendo satisfecha por los mismos. Por lo que al final, es como tener un pequeño harén de pollas dispuestas para mí, casi 24/7. Una no sabe cuándo le va entrar ese calor irrefrenable y necesita que le apaguen el fuego interior.
En la app mi Nick es , es un poco largo la verdad, pero resume perfectamente lo que quiero y necesito.
Por suerte, en esta app no tienes que socializar si no quieres, das al botón de “Fóllame”, entonces un mensaje personalizado con lo que tú quieres sale automáticamente y lo manda a las personas que por ubicación y preferencias están más cercanas a ti. Así es como yo la tengo configurada, es bastante flexible.
Cuando te das de alta eliges lo que quieres dar y recibir, y siempre puedes cambiar tus preferencias, gustos o deseos en cualquier momento. Los cambios son automáticos.
Volviendo a ayer, había tenido un encuentro por la mañana con uno de mis habituales justo antes de ir trabajar, otro por la tarde al salir. No os creáis que con dos al día iba a estar satisfecha. Llegué a casa dispuesta a salir de fiesta y ...
... encontrar a un hombre con ganas de follarme. Así que quedé con mis amigas para ir a una conocida discoteca llena de treintañeros solteros.
Pero antes necesitaba relajarme, así que me masturbé en la ducha. Acaricié mi coño, mis labios exteriores y los interiores, me centré rápido en el clítoris, puse mi mano como Spiderman y me preparé para lo mejor de todo…. Metí los dedos y comencé a moverlos frenéticamente. Con la otra mano me agarré a la barra de la ducha y esperé a que llegara esa onda de placer en modo de squirt que hace que mis piernas se dobleguen y caiga de rodillas al suelo.
Mmmm… Cómo me gusta esa sensación, cuando mis rodillas empiezan a flaquear porque mis dedos juguetones están haciendo un trabajo exquisito. Ya casi estaba de rodillas, cuando me inundó el éxtasis, haciéndome caer en el plato de ducha entre jadeos. ¡Qué bien me follo solita!.
Terminé de ducharme y me arreglé. Me puse mis pantalones negros más ajustados, quería que se me marcara bien este culazo que tengo, y un top palabra de honor en gris metalizado. Me puse una gargantilla tipo correa con piedras y una coleta alta luciendo mi melena rubia.
Reconozco que iba despampanante. No es que yo lo diga, es que las babas de los hombres cuando iba andando por la calle lo decían. Mmmmm a veces me gusta provocar, y sí, anoche fue una de ellas.
Llegamos a la discoteca, había mucha gente y por suerte para mí, había muy buen género. Todavía no tenía decidido que me apetecía, así que me tomé la cosa con ...