Con el cuarentón del gimnasio. Parte 2
Fecha: 19/06/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: nenesex, Fuente: CuentoRelatos
Hacía varios días que no iba al gym, no quería encontrarme con Kike. Sé que él estaba dispuesto a más y yo no tenía muy claro lo que quería en ese momento, aunque mis deseos por él eran cada día mayores. Mi miedo continuaba, no sabía que me podía hacer un hombre así, no tenía nada de experiencia, pero intentaba tranquilizarme yo mismo diciéndome que Kike me había tratado bien aquella vez y que lo había llevado con discreción. Una vez más mis deseos tuvieron más peso que mis miedos y decidí volver al gym dispuesto a todo.
Fui a la hora habitual y como no podía ser de otra manera allí estaba Kike, sonrió al verme, nos saludamos de manera normal y cada cual se puso a lo suyo. No aguantaba mucho esa situación, estar viéndolo y ni siquiera poder acercarme, me iba para los vestuarios, pero no sin antes mirar a Kike, él sabía lo que significaba. Llegué a los vestuarios, al poco llegó Kike y empezamos a hablar.
- Kike: Hola Dani, ¿qué tal? cuánto tiempo?
- yo: Hola Kike, si hace unos días jeje no me encontraba bien y no he venido.
- Kike: ¿todo bien? ¿No te gustó lo del otro día? (susurrándome al oído).
- yo: claro que me gusto, solo necesitaba aclararme.
- Kike: ¿y ya te has aclarado? Me gustaría seguir conociéndote.
- yo: jeje claro que sí, a mí también me gustaría seguir conociéndote.
- Kike: ¿Vamos a cambiarnos y nos vemos fuera vale? así podemos hablar más tranquilamente.
Así fue, nos encontramos a la salida, Kike me dijo de ir a su coche, pero solo ...
... con la intención de hablar. Una vez los dos en el coche Kike me dijo que podíamos ir a su apartamento que tenía en la costa, mi sorpresa llegó cuando me contó que se estaba divorciando de su mujer. Aprovechamos para intercambiar datos nuestros, él tenía 42 años, llevaba 10 años casado y no tenía hijos, se casó por cuestiones familiares sin estar enamorado. Siempre le han gustado los hombres y las mujeres, aunque por respeto a su mujer durante el matrimonio no estuvo con ninguno excepto los últimos años ya que la relación ya estaba rota y vivían separados. Era la primera vez que tenía algo con un chico tan joven. Yo accedí y fuimos hasta su apartamento.
Que se sincerara conmigo me hizo sentir más cómodo y el hecho de pensar que era la primera vez que tenía algo con un chico como yo me daba aún más morbo.
De camino a su apartamento, ambos no dejábamos de mirarnos, parecía como si nos conociéramos de toda la vida, se podía respirar un ambiente cálido y cargado de sexualidad. Kike cada vez que podía acariciaba mis piernas con su mano, no perdía el tiempo, se le veía impaciente por llegar al apartamento.
Al llegar al apartamento pasamos a la cocina, allí Kike me ofreció algo de beber. El sitio era espectacular, un ático en primera línea de playa con unas vistas increíbles. La situación solo podía mejorar por momentos...
Ambos estábamos deseosos de tenernos, no podíamos aguantar más, Kike me quitó el refresco de las manos, me agarró de la cabeza y buscó mis labios con los ...