1. La noche que mi Fredy me vendió a unos albañiles


    Fecha: 09/09/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Toshka, Fuente: CuentoRelatos

    ... guste- me arrodillé y lo desvestí de la cintura hacia abajo, apareció una verga llena de venas resaltadas que se puso erecta al momento que la acaricié con mis dos manos. Una cabeza pequeña pero muy dura y un tronco alargado me indicaron que aquello me entraría muy profundamente; la jugué con mi lengua y mis labios, mis manos la masajearon y poco a poco me tragué su miembro con movimientos obscenos
    
    -Mmmmmhhhh que macana tan rica- la saqué de mi boca para decir eso y de inmediato me la metí de nuevo, ahora con avidez
    
    -Ooooooh asiii putito, sigue mamando- me tomó de la cabeza y me cogió por la boca arriscándome su glande hasta la garganta
    
    -¡Mmmmmffffff! ¡slurrppp!- de mi boca salían extraños ruidos que parecían excitar más a mi hombre, Paquito.
    
    - Asssssiiii maaaaaassss, ooooohhh puutttaaaaa-
    
    Entonces otro de los hombres se acercó y me quitó la ropa, yo le ayudé
    
    -Parece que te encanta la verga, muñeco. Pero la del negro te va a gustar más- acto seguido Paquito me ayudó a levantar y me llevó a la cama, que ya estaba descubierta; me acostó de tal forma que mis glúteos apuntaba hacia arriba y cabeza quedaba en el aire. Por adelante apareció el que dijo ser el negro, se puso delante mío y levantó mi cabeza de los pelos, así que su monda, muy morena y gruesa me quedó a la altura de mi boca que en esa posición me quedó abierta.
    
    Aprovechó eso mi negro para sambutirmela y con movimientos suaves acarició su verga mi lengua y mi paladar, yo estaba tan excitado que ...
    ... sentía orgasmos en mi garganta al sentir su glande llegar hasta el fondo. El aroma de mi macho no era agradable, pues sus olores a sudor eran muy concentrados.
    
    -¡Ggggggggmmmmmffff! ¡shrpppp!- -¡yuuuuugggg-! mis ruidos de gozo y los de mi negro se mezclaron y luego sentí que mi Paquito me abría las nalgas con sus manos y pasaba su lengua áspera presionando duro por mi ano. Levanté mis glúteos y mis gemidos atrapados en la verga de mi negro se tornaron más extraños aún; Paquito se excitó y me dio duro con la lengua que paseaba entre mis nalgas. Mis manos se crisparon en el cobertor de la cama y como pude saqué la monda de mi negro para exigir
    
    -¡Viólame, Paquitoooo! ¡porfa, ensártame yaaaaaaa! Mi negro me soltó y se retiró mientras se acercaba el otro macho, el que me saludó muy sexy. Paquito se acostó sobre mi cuerpo y su verga venuda buscó mi rajada mientras mi otro macho me tomaba de la cabeza y me enseñó su verga cabezona y brillante. -Ahora va la mía, muñequito mamador; Aaron te va a enseñar el significado de la felicidad sexual.
    
    En el instante que Paquito encontró mi hueco y me sambutió violentamente su dura verga, mi Aarón me llenó la boca con su cabezona y me la dejó ir toda, así que no pude emitir los gritos de dolor que me causaban en mi esfínter y en mi garganta. Sólo me sacudía entre la satisfacción y el dolor se sentirme partido por partida doble, mis machos me tenían fuertemente atrapada en sus brazos y ninguno sacaba de mi cuerpo sus miembros, me hizo falta ...