... ahora, abierta, jugosa, palpitante y dispuesta...Sin perder tiempo abrí con ambas manos su vulva y metí mi lengua , sentí su clítoris entre mis labios , era una protuberancia extraña como un pequeño pene, obviamente anteriormente había chupado otras vulvas pero jamás había tenido el deleite de saborear una de esa forma, digamos que fue esa noche que aprendí a saborear a una mujer como lo hice después con mi pareja, con mi esposa...
- Mi vida...te gusta tu regalo?
- Sii mi amor!
- Feliz aniversario !...ufff ya tenía ganas de verte así!
- ¡Si me la debías amor!
¡Disfrútalo es tu noche...!
¡Nuestra noche!
Nuevamente me sentí de alguna forma excluido al escuchar la forma y dulzura de sus frases, ahora a la distancia recuerdo que aun habitaba en mí el sentimiento de pertenencia, por momentos no los comprendía, veía en esa mujer un manjar, pero también inconscientemente la juzgaba al considerarla algo así como una puta y a Marco un depravado, deseaba poseerla y no entendía del todo el gozo de hacerlo en compañía de su esposo, deseaba que esa hembra fuese mía. ¿No era acaso porque le parecía atractivo? ¿No era un premio a mi galanura? Lo entendí plenamente después...con el tiempo y la propia experiencia.
Marco recibía una soberbia mamada que su esposa interrumpía por segundos para gemir por el placer que le brindaba mi lengua, me jalaba bruscamente del pelo realmente lastimándome y prácticamente ahogándome con su vulva. No recuerdo los minutos o segundos ...
... que dure lamiendo su deliciosa cavidad pero jamás olvidare el primer orgasmo de muchos que tuvo Lety esa noche, de pronto me jalo el pelo, sentí claramente como su clítoris se hinchaba en mis labios emanando un tibio liquido viniéndose copiosamente acompañado de espasmos y escalofríos mamando con más fuerza a su esposo.
Entonces inesperadamente Marco saco su miembro de la boca de su mujer alejándose un par de metros y me pidió con una seña que me levantara y me acercara. Lety estaba excitadísima recostada en la cama, tocándose con ambas manos los pechos hinchados, moviendo y apretando sus piernas y reponiéndose del tremendo orgasmo que le había provocado con mi lengua.
Enseguida inicio una vorágine de situaciones y diálogos en donde entre realmente a su mundo de lujuria y a mi juicio un alto grado de perversión y degradación que no por ello dejaba de ser super excitante, inicio un dialogo que hasta el día de hoy quedo marcado en mi mente y que arme muchas noches recordando palabra por palabra y que fue el inicio de mi propia perversión.
- Ya quieres que te la meta David ? quieres que te meta la verga?...eso quieres?
- Marco le dijo a su mujer masturbándose y deteniéndose para no eyacular, los dos estaban muy excitados, yo por igual, pero por el momento me desconcerté al grado de perder un poco mi erección...
- Si
¡Dilo!
- Si quiero...
¿Si quieres... que?
- Que me...la meta
¿Te quieres venir en su verga?... ¿¿he??...eso quieres?
- ¡ Siii !
- ...