CAPÍTULO 2.
Sergio era un fotógrafo muy talentoso, Y le explicó a Paola que quería hacer una sesión de fotos en el parque que estaba cerca de la zapatería. Paola era muy tímida y se avergonzaba de su cuerpo, pero se sintió atraída por el fotógrafo y finalmente accedió.Cuando llegaron al parque, Sergio le pidió que se sentara sobre una de las bancas y que posara con las piernas extendidas. Después de unas cuantas fotos, Sergio le pidió que se quitara los tenis para fotografiarla pisando el pasto descalza.
-¿Por qué quieres fotos de mis pies? Son horribles, y demasiado grandes. Bueno, es porque soy muy chaparrita, para mi tamaño deberían ser al menos 4 tallas más pequeños, por lo menos para lucir normales. Me dará vergüenza que les tomes fotos.
-La verdad sí tienes los pies muy grandes. Dijo Sergio. Pero son muy bonitos, y son perfectos para estas sesión. Lucirán muy bien sobre el pasto, y el color de tus uñas contrasta perfecto.
-Bueno, está bien, toma las fotos. Respondió Paola un poco tímida.
Se quitó los tenis y los puso a un lado de la banca del parque, y nuevamente fueron el centro de atención de todos los que estaban cerca. Sergio sacó su cámara profesional y comenzó a tomarle fotos a los pies desnudos de Paola. Le pedía que hiciera diversas poses, y ella hacía lo que le pedía. Sergio no podía dejar de admirar la belleza de sus pies. Eran la combinación perfecta de sensualidad y feminidad. Paola se sentía muy avergonzada, pero al mismo tiempo se ...
... sorprendió de que una persona se fijara en los pies tan grandes que siempre le habían avergonzado.
-Ahora pon tus plantas de los pies frente a la cámara y extiende los dedos de tus pies, como una flor cuando se abre. Le dijo Sergio.
-¿Así? Dijo Paola.
-Sí, así están perfectos. Sergio no podía creer lo que veía. Eran los pies más grandes y sensuales que había visto, eran incluso más grandes que los suyos, y estaban posando para él. Entonces le dijo a Paola:
-Ahora necesito que te pongas en cuatro sobre el pasto y que subas los pies. Y dobla los dedos para que se vean tus uñas. Quiero ver esos dedos en todo su esplendor. Paola se agachó, alzó sus pies y dobló los dedos, pero al distraerse, no se dieron cuenta de que un perro del parque, atraído por el olor de los pies de Paola, se llevó sus tenis sin que se dieran cuenta. Poco a poco, varios perros se acercaron atraídos por el olor de los pies y estorbaban las tomas de Sergio.
-¡Quítense de en medio! Gritaba Sergio. De pronto, uno de los perros empezó a lamer los pies de Paola por todo el sudor que tenían, y ella, sin poder resistirse, lanzó un fuerte gemido.
-¡Ahhh! Sergio sorprendido, miró a Paola y vio que estaba super excitada, con los ojos cerrados, disfrutando del placer que le producía el perro lamiéndole los pies. Sergio no podía creer lo que estaba viendo. Nunca había visto a una mujer excitada de esa manera porque le chuparan los pies. Todos los perros hicieron un caos, y el perro siguió lamiéndole ...