1. OJOS DE SERPIENTE


    Fecha: 22/08/2018, Categorías: Hetero Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    OJOS DE SERPIENTE Todo empezó una madrugada en el hospital donde hacia parte de mi rural… Era raro, pero en esa oportunidad, no estaba allí como médico, solo estaba como la madre de una pequeña de tan solo seis meses de nacida. Mi pareja, el padre de la niña me había abandonado a mitad de embarazo, había compartido cinco años de mi vida con él, era muy joven cuando me enamoré y tuve que madurar de golpe, a pesar de ser casi una niña. Como fuera, una cosa fue el noviazgo y otra la pareja, resaltaron las incompatibilidades y tontamente pensamos que un niño fortalecería nuestros vínculos, todo lo contrario, solo logró precipitar el fin de nuestra relación. Y no me quejo, cuando las relaciones se rompen, mejor no tratar de enmendarlas… Solo que como dije, era muy joven, me encontré sola, y con una hermosa beba, estaba casi internada en esa clínica, era casi mi vida, compartía mi trabajo de doctora y mi vida de madre. Esa noche mi pequeña niña ya dormía en el hospital, no había casi nadie, ninguna emergencia que atender, sin embargo, no podía conciliar el sueño, a pesar que casi todos ya dormían. La habitación parecía enorme en ese momento, a media luz, apenas la luminosidad de los faroles de la calle se colaba por las rendijas de las ventanas entreabiertas, una dulce brisa mecía levemente los cortinados, lo único que parecía tener vida en la quietud de la noche, miré el reloj en mi muñeca un par de veces, solo para asegurarme que las agujas estuvieran en movimiento, porque sentí ...
    ... que el tiempo se había detenido y esa noche no tendría fin. Presa del aburrimiento me asomé a la puerta de la habitación, bajo el umbral observé el largo corredor con puertas de lado a lado, solo al final se contemplaba aquel doctor de piel blanca y cabello castaño, alto de contextura musculosa y con esos ojos únicos, con tonos entre verdes y amarillos, muy similares a ojos de serpiente, tan únicos y distintivos en él. Estaba ojeando algunos papeles que tenía en sus manos, con un impecable guardapolvo celeste que llegaban a sus rodillas. En una pausa, mientras cambiaba de hojas, levantó la vista, evidentemente notó mi presencia en el filo de la habitación, entonces me llamó con una seña de su mano derecha, caminé lentamente a su encuentro, me extendió las hojas de unos análisis, solo quería pedirme un consejo como de colegas con un caso médico que no viene al caso de que se trataba. Él me hablaba muy entusiasmado de su paciente y yo solo me concentraba en esos ojos de serpiente, hermosos, que me hipnotizaban, mientras en mi cerebro maquinaba algo más… Me abstraje de mis morbosos pensamientos, analicé los estudios y al fin le di mi punto de vista, luego solo empezamos a platicar de tantas cosas… una llevó a otra, y otra más, no me di cuenta, pero realmente el tiempo paso volando, así llegó la mañana entre risas, consejos abrazos ingenuos, dado el por el frío que hacía y algún que otro café negro. Debía volver al cuarto de mi niña, nos despedimos y solo se dio, nuestros labios ...
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