De hija abusada a esposa sumisa 4 - Relatos Eróticos

De hija abusada a esposa sumisa 4

... Ellos querían humillarme. Sabían que aquella situación me ponía más cachonda. Me arrodille frente a ellos cogí cada polla con una mano y se las chupe por turnos. Sus pollas crecieron en mi boca . Yo veía perfectamente a la pareja que no nos quitaban ojo y habían empezado con tocamientos entre ellos. El otro joven había empezado a masturbarse mientra nos miraba. Mis hombres empezaron a agarrarme la cabeza por turnos y follarme duro la boca. Luego mi marido se tumbó de espaldas a la toalla y me hizo cabalgarlo metiéndome su polla en el coño sin sacar las bolas chinas. Su amigo por lo menos me saco el pub anal y lo sustituyó por su enorme pollon y me la metió inundando mis intestinos asta que sus pelotas toparon. Los jóvenes ya estaban follando sin apartar los dos la mirada de nosotros. El chico sólo se había estado acercando disimuladamente meneando su polla. Era normalita tirando a peque pero se mostraba orgullosa y dura. Nuestro amigo le hizo señas que se acercará y que me la pusiera en la boca . Yo obediente la chupe con todo mi arte mamatorio. En su cara adivine todo el placer que le estaba proporcionando. Yo también disfrutaba de sentirme así usada. Dando placer a tres pollas y estas me lo daban a mi. Mi coño estaba empapado.  El primero en correrse fue el joven que me lleno la boca de abundante leche que tuve que tragar me provocó un orgasmo que desencadenó que mis otros machos me llenarán también el coño y el culo. Mire a la pareja y el chico terminaba tan bien en la ...

... cara de la chica. Luego recogieron sus cosas y se fueron. Pienso que avergonzados un poco por haberse dejado arrastrar por nuestro vicio. A mi me hubiera gustado besar a la chica y compartir la leche de nuestras bocas. Como no pude me saque las bolas chinas y las chupe dejándolas relucientes. Nuestro nuevo amigo se quedó con nosotros durante toda la tarde acompañandonos en nuestros baños y juegos acuáticos. La playa se fue llenando de más gente y mis chicos me pasearon exigiéndome. A la caída de la tarde llegó un negro vendiendo sábanas de playa de bonitos dibujos. Mi marido apunto que esas eran mejor para follar que las toallas de playa. El negro le dio la gracia sin dejar de mirarme el coño y las tetas. Yo abría bien las piernas para que me viera bien la raja. Mientras Nuestro amigo me tocaba un pezón y me metía la lengua asta la campanilla.  Mi marido me tocaba el otro pezón mientras le decía que cuanto quería por ella. El negro le pidió 15€ y mi marido le dijo que no tenía dinero que se la cambiaba por follar con migo que podía hacer con migo lo que quisiera. El negro no se lo creía pero tenía la polla que se le salía del pantalón.  Mi marido le cogió la mano y se la llevó a mi coño . El negro tenía unos dedos largos y una mano grande . Empezó a jugar con mis labios vaginales y a meterme los dedos.  Yo ya estaba empapada. El negro estaba algo cortado porque aún había gente en la playa  me levanté y lo cogí de la mano y lo arrastre asta los antojos apartados de las miradas ...