1. Mi prima se viste de novia (Capítulo 10)


    Fecha: 18/09/2022, Categorías: Incesto Autor: Usuario PsyExA, Fuente: CuentoRelatos

    Dejaron de transpirarme las manos cuando leí el primer mensaje:
    
    “Vení al bar del octavo piso”
    
    Volví a respirar con las palabras del siguiente, que fueron:
    
    “No aguanto ni que me apoye la mano en los muslos”
    
    Y se me paró la pija al tercero:
    
    “Esperame en la segunda puerta del baño de hombres, que necesito tu leche en la boca”, decía.
    
    Imaginen la torpeza con la que me vestí. La rapidez producto de la ansiedad y la alegría, más la chota parada, más algunos cuantos litros de alcohol que tenía en la sangre: me choqué todo lo que tenía al paso. Pero salí.
    
    Al ratito ya estaba en el box indicado, del baño indicado, del bar indicado. Chequeé en mi memoria también que sea el piso indicado y cuándo estaba dudando si había apretado el 8 o el 6 en el tablero del ascensor, apareció Julia.
    
    Al verme se tiró a mi cuello y me comió la boca. Otra vez nuestras lenguas elevaron aún más la temperatura.
    
    - No para de pedirme perdón. Como si se hubiese tropezado sin querer en el culo de otra piba. – me dijo aprovechando para respirar. Mi prima me confundía un poco con sus gestos. Por momentos parecía que iría a llorar, pero por otro lado no paraba de besarme y manotearme la verga – Sacatela. Sacate la pija y métemela en la boca, Ro.
    
    Ni lo dudé. Ya con más calma, me desabroché el pantalón y me lo bajé hasta los tobillos. Julia se arrodilló y continuó buscando mi desnudez ella misma. Como si hubiese estado abstinente por años, me sacó la pija del bóxer con la mano y como si ...
    ... estuviese muerta de hambre, se la puso en la boca. Creí que iba a explotar al sentir la humedad de la saliva calentita que usaba de lubricante.
    
    - Está más grande que la otra vez. – Me dijo mientras hacía circulitos con la lengua sobre mi glande, como si quisiese penetrarme la uretra. – ¡Y más rica! – acotó después.
    
    Y comenzó a meterla y sacarla, a penas mis manos la tomaron de la cabeza. Me la chupaba con tanto morbo que mis piernas temblaban. Disfrutaba hasta los sonidos que salían de su boca. A veces gemidos y otros productos del ahogo que le producía llevársela hasta el fondo de la garganta.
    
    - Alta petera resultó ser tu primita – me decía mirándome a los ojos, con cara de traviesa y tonada a piba de barrio. - ¿Te gusta, primo? ¿Te gusta como tira la goma tu prima “la petera”?
    
    Me volvía loco. Era un sueño hecho realidad. Mi pija estaba entre los labios de mi prima. Y cuando los apretaba, me lengüeteaba la punta. Mi mejor amiga, mi confidente de toda la vida me estaba chupando la verga en el baño de un bar. Un sueño es poco. ¡Mi prima me estaba peteando como una trolita bien entrenada!
    
    Y era en verdad una experta. No dejaba de mamármela ni un segundo. Ni siquiera para lubricarla. La escupía y la llenaba de baba, la succionaba, la besaba, la recorría entera con su lengua, pero nunca se la sacaba de la boca, hasta llevársela hasta el fondo y aprovechar, desde allí, a lamerme las bolas. Solo interrumpía para hablar.
    
    - Hoy la pruebo entera, Rodrí. Hoy te siento ...
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