1. Como empezó todo con mamá


    Fecha: 18/09/2022, Categorías: Incesto Autor: nela96, Fuente: CuentoRelatos

    Buenas, escribo este relato para narrar como empezó una relación incestuosa con mi madre que hasta el día de hoy mantenemos.
    
    Mi madre siempre fue una mujer muy independiente, mi padre la engañó cuando era pequeño y desde entonces solo ha tenido citas, pero jamás una nueva pareja formal, por lo poco que hablábamos del tema ella no lo veía necesario.
    
    En el momento que transcurrió el relato, yo tenía 18 años recién cumplidos, era el típico chico en transición a la vida adulta, terminaba el instituto y entraría pronto en la vida universitaria, mi madre tenía 38. Aclaro que mi madre siempre ha sido de contextura delgada, pero en ese entonces dedicaba muchas horas al gimnasio por lo cual había logrado un buen culo, firme y redondo y se había operado las tetas, que para su cuerpo general, eran bastante grandes.
    
    Ella había hecho un curso de masajista y trabajaba de eso, por lo cual, cuando tenía algún dolor por entrenar (jugaba futbol) ella siempre me hacía masajes para tratar de recuperar el musculo y que estuviera bien pronto.
    
    Un día me desperté con un pésimo dolor, supongo que por una mala postura al dormir, pero la cuestión es que no podía moverme mucho, el cuello y la espalda me detonaban.
    
    N: Buen día mama, como estas?
    
    M: Hola hijito, bien y tú? Dormiste hasta tarde hoy.
    
    N: No te creas, estoy despierto desde temprano pero tengo un dolor de cuello y espalda fatal, así que me quede acostado a ver si mejoraba pero nada...
    
    M: Uy! Bueno, luego del ...
    ... almuerzo si quieres te hago unos masajes, ahora debo ir a hacer compras y ocuparme de la casa.
    
    Acepte, termine el desayuno y luego subí a mi habitación.
    
    Pasaron las horas, mi madre volvió y conversamos sobre diferentes cosas mientras almorzábamos, la ayude a lavar los platos y me dijo que subiera a mi habitación, que me recostara en la cama que ya subiría a hacerme los masajes.
    
    M: Hijo, puedo pasar?
    
    N: Si ma.
    
    M: Bueno, vamos a ver que se puede hacer, toma, yo voy a salir, desnúdate y solo tapate el culo con esta toalla.
    
    Hasta ahí nada me sorprendía, pues siempre que me hacía masajes era lo mismo, o al menos me hacía quedarme en ropa interior.
    
    Le avise cuando ya estaba listo y entro.
    
    Comenzó a hacerme masajes, la verdad es que me dolían muchísimo pero era necesario; mas estremecimiento sentí cuando dejó caer el frio aceite en mi espalda para poder hacer mejor su trabajo.
    
    M: Estas bien?
    
    N: Pues la verdad que me encuentro fatal, me duele mucho, pero puedo aguantar.
    
    M: Va, me doy vuelta que ya termine con la espalda, date vuelta y tapate el pene con la toalla.
    
    Mi madre siguió con su trabajo habitual, hasta ahí era todo normal. Comenzó a pasarme el aceite por mi pecho, luego abdomen y finalmente las piernas, hasta que en un momento empecé a sentir que cada vez que subía por mis piernas, muy disimuladamente mis huevos con la punta de sus dedos.
    
    Me pareció algo atónito, hasta pensé que claramente esa no era su intención, pero como todo adolescente ...
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