1. Bendito entre las mujeres


    Fecha: 08/09/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos

    Siendo el menor y el único hombre en casa me sentí, como suele decirse, bendito entre las mujeres. Sólo éramos mi mamá, mi hermana, un par de años mayor, y yo. Jessica, mi hermana, desde su adolescencia siempre estuvo rodeada de amigas que llevaba a casa. Cuando cumplí los dieciocho años yo no dejaba de hacerme ideas con cada una de aquellas veinteañeras. Eran para mí todas unas mujeres bien desarrolladas en cuanto a sus femeninos atributos, obviamente me incitaban fantasías que inspiraban mis chaquetas nocturnas, y más con lo que platicaban.
    
    Desde el pasillo podía escucharlas:
    
    “... ay sí, no manches, que se me empieza a venir en la boca y yo le había advertido que no lo hiciera”, confiaba una de ellas mientras las otras a coro reían.
    
    De ese nivel eran sus conversaciones. Se confiaban cosas bien locas, como cuándo y cómo había tenido su primera vez, y si les eran infieles a sus novios pese a que planeaban casarse con ellos. Siendo más joven e inocente que ahora me sorprendía lo que se confiaban entre ellas.
    
    Con el paso del tiempo procuré hacer ejercicio constante para llamarles la atención. Tenía la ilusión de hacerme el novio de alguna.
    
    Por aquellos días, luego de ir al gimnasio, regresaba a casa con los músculos endurecidos con deseos de que ellas los notaran. Usaba camisetas chicas y entalladas para que las amigas de mi hermana se dieran cuenta de mis mejoras, pues ya no era más aquel puberto que hacía años conocieron.
    
    Tras saludarlas las veía de reojo ...
    ... para ver si alguna me miraba, deseoso de captar su atención. Luego, más tarde, salía de puntitas de mi cuarto para escuchar sus conversaciones.
    
    En una ocasión las escuché hablar de los preparativos para su fiesta de graduación de la universidad. Mientras que yo apenas había iniciado mis estudios de licenciatura ellas estaban por salir y comenzar su vida profesional.
    
    Según lo que escuché estaban planeando festejar aquello con una fiesta sólo para mujeres, pues se proponían contratar a unos strippers para que les hicieran todo el show. No podía creerlo, imaginé que ellas iban a querer hacer de todo con ellos. Mi mente calenturienta comenzó a trabajar. Yo quería atestiguar lo que pudieran hacer aquellas licenciosas, aunque entre ellas estaría mi hermana.
    
    Mientras seguía escuchando sus ardientes comentarios que hablaban de lo mamados, atractivos y vergudos que deberían estar aquellos dos contratados se me fue haciendo una idea. Sabiendo para cuándo planeaban aquello le dije a mi hermana que ese fin de semana yo no estaría en casa pues me iría con unos amigos de paseo. Como sabía que ella se daría sus mañas para que mamá tampoco estuviera, y así la fiesta la hicieran en casa, le facilité el camino, no obstante justo en la mañana hice que Jessica se tomara un laxante que la obligó a no estar de cuerpo presente durante la fiesta, pero ésta sí se celebró en casa. Yo, luego de simular que me había ido, regresé a tiempo para encerrarme en mi cuarto. Previamente había colocado un ...
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