1. Compañera de entrenamiento (3)


    Fecha: 26/04/2024, Categorías: Hetero Autor: Mr. Mer, Fuente: CuentoRelatos

    ... ahí, incluso durante el tiempo de comida, mi chica me escribió preguntándome que qué haríamos con ella, porque así no podríamos coger si ella se daba cuenta de la situación.
    
    Estuvimos haciendo movimientos a ver cómo nos la podíamos quitar de encima pero el peor momento llegó cuando ella me preguntó si le podía dar un empujón hasta dejarla donde ella podría tomar el bus hacia su casa. Mi compañera me miró como diciendo “esto es el colmo”, ambos sonreímos con miradas cómplices y le dije que si, que no habría problemas, ella volvió a mirarme con cara como de decepción, pero yo le guiñé el ojo, se me había ocurrido algo. Cuando ya faltaba poco para salir le dije que debíamos irnos un poco temprano porque yo debía hacer una diligencias y me iría a esa hora, ella hablo con el supervisor sobre salir un poco antes y le dijeron que si, aproveché para acercarme a mi amiga y le dije, “no te vayas, quédate en el área del comedor, yo la dejaré donde tome el bus y volveré para acá”, mientras le ponía un condón entre sus tetas, ella se sorprendió y me dijo que qué iba a hacer con eso? Le dije “me lo vas a poner en un ratico para metértelo” ambos reímos a carcajadas y me fui.
    
    Tome la ruta habitual para irme, dejé a la otra compañera en la parada del autobús con la excusa de que tenía que dejarla en esa (la mas cercana) porque justo ese día tenía que hacer algo en otro lugar, ella me dio las gracias e inmediatamente regresé al trabajo… subí las escaleras y cuando entré la vi que estaba ...
    ... ocupada, me dijo que como le habían preguntado por qué seguía en la oficina, había dicho que ese día haría horas extra, así que le asignaron unas tareas… ambos reímos y le dije “lo que hace uno por un polvo”, mientras ella estaba ocupada yo estaba sentado a su lado, el supervisor me saludó pero no me habló nada sobre trabajo, cuando ella por fin terminó nos dirigimos a nuestro lugar habitual, el último cubículo del baño de damas, entramos, nos comimos la boca y comenzamos con el magreo.
    
    Saqué sus tetas, me encantaba mamárselas, suaves, grandes, blancas, pezones como entre rosado y crema y sus pezones duros al yo mamarlos, era algo que realmente disfrutaba, ella se separó un poco, metió su mano en mi pantalón, me sacó el pene y se hincó, recuerdo que pensé “realmente lo disfruta”, me miró a los ojos, me lamió desde los testículos hasta la punta del pene, sonreía, y para mí no hay nada más sexy que una mujer sonriendo mientras hace sexo oral, estaba que no me aguantaba las ganas de cogérmela, le pedí el condón, ella me lo pasó, pero me hizo señas de que me esperara, comenzó a acelerar la mamada, se lo metía todo hasta la garganta, me miraba con sus ojos lagrimeando, y eso me tenía desesperado, se lo sacó de golpe, cogió aire y me dijo “métemelo ya”, fue una orden, la coloqué en posición de perrito, enredé su largo pelo en mi mano derecha y la penetré casi de golpe, el primer gemido no lo pudo contener, y yo estaba dándole salvajemente desde atrás, volteaba a verme y su cara ...