1. La mano de mi hermana


    Fecha: 25/04/2024, Categorías: Incesto Autor: marian09, Fuente: CuentoRelatos

    ... y cae apenas, las nalgas tiemblan y se separan.
    
    La tanga que se puso para salir con Nicolás es ajustada. Le parte la cola en dos mitades y el azul oscuro resalta en su piel blanca. Vestida así, remera cortita encima de ombligo, escotada, y la bombacha, se parece más a una reina de concurso de lencería que a una hermana a punto de irse a dormir.
    
    Está repitiendo el gesto de hoy a la tarde, cuando se vestía, pero ahora carga con el alcohol en sangre, los besos y el recuerdo de la pija de Nicolás en su boca.
    
    Le mueve la cola al espejo, como si fuera Nicolás. Juega con el elástico en su cintura, lo sube y baja por el muslo, quiere excitarlo. Leo en su cara el deseo, en sus pezones la dureza que arruga la remera.
    
    Con la mano, saca de entre sus nalgas el hilo pero en lugar de acomodarlo lo cruza contra la nalga, lo deja corrido. El espejo refleja todo esto y además, el tajo oscuro que cruza las piernas apenas separadas de mi hermana. Tengo tanto miedo de acabar que dejo de tocarme. Ella moja el dedo en saliva y, llevando su mano por detrás de la cadera lo mete entre sus piernas. La boca se le deforma por un gemido leve, saca la punta de la lengua y mueve la cadera para sentir el dedo pero al final, camina hasta el placard y busca, en una caja de zapatos, el juguete que le regalo Nicolás para la cola.
    
    El día que lo compraron volvió temprano a casa y se encerraron. Los espié, es lógico, y pude ver como Nicolás le metía en la cola un plug de silicona negra y le volvía ...
    ... a subir la bombacha, la hacía caminar por la habitación, después hacer el mismo camino de rodillas y subirse a la cama. Esa tarde le pego sopapos en la cola y mi hermana la levantaba para recibir más y acababa frotándose la concha por encima de la bombacha empapada.
    
    Hoy no pasa todo eso. Solo veo como lo chupa para lubricarlo y se lo mete. De nuevo gime y los labios se le deforman como si diera un beso. Camina así con la tanga corrida y el plug adentro de la cola y se tira boca abajo en la cama.
    
    Esta caliente. La mano derecha se pierde aplastada debajo de su panza. Por momentos empuja con la cola, como si se la metieran y en otros, sacude la cadera a los costados, como si Nicolás, además de cogerla la zarandeara.
    
    Trato de seguirle el ritmo pero está muy caliente. Acelera y de pronto, se hunde en la cama, apretando la cola. Los dos estamos imaginando como Nicolás se la hunde acabando, la carne venosa y con latido propio llenándola de pija y leche y su clítoris envía las señales a todo el cuerpo de la marea orgasmo que la conquista.
    
    Pasa un rato que solamente respira y después, se saca el plug y lo deja caer al costado de la cama. Esta tan relajada que se empieza a dormir así, boca abajo, con la tanga corrida sobre una nalga y la entrepierna brillando de flujo y luz.
    
    Yo me pajeo un rato más, imaginando que la acaricio mientras se duerme y que ella, antes de caer en el sueño, me pide que cuando me canse de mirarle la cola la tape con una sábana porque tiene frio. 
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