1. Los dos moros de la barbería


    Fecha: 19/04/2024, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... poco malévola de hecho, mientras se despedía del otro cliente y cerraba la puerta para que no entrasen más clientes. Hassan se había puesto detrás de mi y había abierto el agua mientras esperaba a que saliese caliente.
    
    Bueno, yo de Hassan de momento me fio. - dije sonriendo y sin saber qué decir.
    
    Pues cuidado, de él hay que fiarse solo para que te corte el pelo, que para lo demás tiene mucho peligro.
    
    Me estaba quedando loco. No me solían identificar como homosexual y me parecía que no es que yo hubiese dicho mucho... lo mismo me habían visto en grindr... no sé. O a lo mejor eran todo ilusiones o imaginaciones mías.
    
    Bueno, mientras me cortes bien el pelo, no hay problema Hassan.
    
    No hagas caso a Adil, no tiene ni idea de lo que habla. De mi te puedes fiar. - Hassan me dedicó una amplia sonrisa desde encima mio y comenzó a masajearme la cabeza delicadamente. Sus manos eran grandes y fuertes. Sus dedos jugaron con mis orejas haciéndome estremecer de gusto.
    
    Al final te va a gustar que te laven la cabeza?
    
    Pues parece ser que si... es que si me tocas las orejas me haces cosquillas. - cosquillas mi polla. Me estaba poniendo cachondo como una puta burra. Y debió de darse cuenta porque volvió varias veces a jugar con ellas mientras sonreía como un niño pillo.
    
    Adil mientras estaba barriendo la zona donde había cortado el pelo al otro chico y nos dedicaba alguna que otra mirada acompañada de una sonrisa para sus adentros.
    
    Hassan termino de aclararme el pelo y ...
    ... me lo secó con una toalla volviendo a hacer especial hincapié en mis orejas. Hubo un momento que mientras me las secaba no pude evitar una sonrisa y convulsión de placer que obviamente no pudo pasar desapercibido para ninguno de los dos peluqueros.
    
    Vamos al sillón o quieres que te vuelva a lavar el pelo?
    
    No, no. Mejor vayamos al tema que así os podréis ir a casa cuanto antes. No quiero entreteneros.
    
    Ah, no te preocupes. Adil y yo no tenemos prisa.
    
    Hassan me sentó en el sillón y lo levantó para dejarlo a su altura. Hassan era un poco más alto que yo y ahora pude intuir mejor como era físicamente. Su camisa dejaba ver unos antebrazos anchos y fibrados. Se intuía un pectoral fino pero trabajado. Y el bulto de su paquete se me antojaba que sería grande y mi ojo no me suele fallar. Por un momento me quedé absorto inspeccionando con cierto descaro inconsciente a Hassan sin darme cuenta que mientra él me miraba fijamente. De repente volví en mí y me di cuenta que efectivamente Hassan se estaba percatando de que le estaba mirando en detalle y seguramente con deseo. Él cogió el peine y me peinó por partes separando mechones para comenzar a cortar. Su primer corte de tijera me enseño la longitud que había cortado para ver si yo estaba de acuerdo.
    
    Si claro. Perfecto. - Mi voy se me entrecortó. Estaba un poco nervioso porque claramente Hassan me había pillado comiéndomelo con la mirada.
    
    Sus manos tiraban con firmeza de mi pelo ayudadas por el peine. Era ágil y rápido. ...
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