Ahora era yo quién quería que las cosas siguieran con la señora Anna parte dos - Relatos Eróticos

Ahora era yo quién quería que las cosas siguieran con la señora Anna parte dos

Cuando escuché que los pasos se alejaban de la puerta retomé las caricias en su vulva, ahora era con mi boca quién succionaba y luego le chupaba sus labios mojados y calientes haciéndola que gimiera pero ahora mordiendo la sábana de su cama y así evitar que vuelva a ser escuchada por la empleada.

- Hum... mm.. mm..!

Mi lengua recorría los labios de su vagina y ese olor me embargaba y con la lengua buscaba su clitoris o mejor dicho la cubierta de piel y poco a poco veía como empujaba ese pequeño botón de placer de la señora Anna sus manos ahora se posaron sobre mí cabeza, empujó  entre sus piernas. Con mi lengua ya hacia diferentes dibujos en su clitoris, primero por un lado luego por otro lado siempre con mucha saliva para que sé sintiera bien y movíendose incansable entre sus pliegues de piel. 

-  Ahh..mm...ahh..mm..siguee..que me voy a correrr.. que ricoo.. ufff. mee  corrooo... Ohhh. ohh...! 

Sus piernas temblaban después le siguieron ya los espasmos en sus muslos y los apretó cada vez más en la cara, el sentir como sé corría ella hizo que bajará la presión de la lengua sobre su clitoris pero sin perder contacto sobre él, ahora ya mis lenguazos eran cada vez más suaves y lentos, sintiendo cuales  eran las partes  más sensibles a mis lamidas, levantó la mirada y ella seguía con los ojos cerrados y respirando profundamente, ahora 
me sequé toda la barbilla porque estaba empapado de mí saliva y sus fluidos y apenas me llevó 15 minutos llevarla a la señora ...

... Anna al cielo de los orgasmos. 

Me quite toda la ropa y me subí a su cama aprovechando que aún se encontraba exhausta después del orgasmo que había tenido y le puse mi verga entre los labios de su vagina, de una solo embestida  le introduje toda mi verga en ese agujero cálido y húmedo, ella dió un gemido ahogado como si le clavaran un puñal abriendo su boca. 

- Ahhhh...!

Volvía a entrar en ella con fuerza y le daba varias embestidas así que le era más difícil aguantar dar sus gemidos con más libertad ya que tenía que taparlo con la sábana le levantó la pierna mientras ella me veía con una cara de gata en celo. 
Y se lo metía y sacaba hasta el fondo chocando con mis huevos su culo, cada vez más rápido y su  chucha estaba mojada. 

-Chof.. chof.. chof.! 
 
Ella volvía a correrse y ahora todo su cuerpo temblaba abrazándome y le empecé a comerle un pezon y seguía dándole leves empujadas y se meneaba poco a poco al estar y sentirse bien empalada por mí y disfrutando, ahora era yo quién le veía su ano, ese asterisco marrón y le abría con ambas manos ahora  sus redondas nalgas para recibir más profundamente ya mi erecto falo en su ano y aprovechando ya que estaba lubricado al estar muy empapado con los fluidos de su chucha al sacárselo y le fui ahora metiendole poco a poco mi verga hasta tener la mitad clavada en su apretado esfinter  moviendose un poco y no me costó entrar al inicio en su ojete, llegué a detenerme un momento sintiendo como ya me ahorcaba la verga. ...