mi vecina de enfrente - Relatos Eróticos

mi vecina de enfrente

me llamo nuria, tengo 19 años, mido 1,54 cm y soy pelirroja. tengo los pechos muy pequeños, casi planos y mi cuerpo es esbelto y fibroso y por abajo estoy siempre totalmente depilada.
a los 16 años tuve un novio, él tenía 21 años. me hice novia suya, digamos por aparentar, porque mis amigas tenían novio y yo quería parecer normal. yo escondía mi gusto por las chicas, bueno, más bien por las mujeres algo mayores. me costaba mucho besarme con él y soportar sus tocamientos, sobre todo los tocamientos en mis genitales, tan torpes y rudos. un día me pidió que lo masturbara. yo nunca lo había hecho, pero en teoría sabía como hacerlo por las explicaciones de mis amigas y los vídeos que había visto en internet. él se bajó el pantalón y la ropa interior y su pene quedó ante mi vista. al verlo sentí un gran alivio, pues era un pene pequeño, de unos 12 cm de largo y muy delgado. no es que me gustara, pero no me daba asco como los penes grandes y gruesos que había visto en internet. él ya había tenido varias novias, me dijo que cinco y que la última fue la única que lo masturbaba y mucho, dos o tres veces al día. el caso es que estaba muy acostumbrado. bueno, agarré su pene y empecé a meneárselo, no muy bien, pero él me iba corrigiendo y me iba saliendo mejor. llevaba más de diez minutos haciéndoselo y ya tenía el brazo cansado. le pregunté porque no se corría, si es que se lo hacía muy mal y me dijo que si me desnudaba se excitaría más. yo accedí sólo a mostrarle mis pechos, pero ...

... claro, al ser tan pequeños, no le ponían mucho, pero algo ayudó y al cabo de un rato por fin se corrió. yo pensé que si lo tenía entretenido a base de masturbarlo varias veces al día me libraría un poco de sus besos y tocamientos. sentí la necesidad de aprender a masturbarlo bien y al llegar a casa me puse a buscar información en internet y encontré cosas interesantes que pondría en práctica al día siguiente. ya con él empecé a experimentar, me quité la blusa y mis pechos quedaron a la vista, nunca he usado sujetador, no lo necesito, le bajé el pantalón y los slips y le agarré el pene y empecé a rozarme los pezones con el. acerqué la cabeza de su pene a mi boca y dejé caer un poco de saliva sobre el, así conseguí, por un lado hacerlo creer que se la iba a chupar y se excitó al máximo y por otro lado conseguí la lubricación de su pene y así y con mi mano llena de saliva también, podía cerrarla envolviendo la cabeza de su pene simulando el interior de una vagina. comencé a masturbarlo a un ritmo rápido y de cuando en cuando acercaba mi boca y dejaba caer más saliva. así unos cinco minutos y subí la velocidad al máximo decidida a hacer que se corriera en poco rato y así fue y yo dirigí sus chorros de semen hacia mis pechos. cuando acabé el me dijo que había sido la mejor paja que le habían hecho en su vida. le hacía tres pajas diarias con esta técnica y lo tenía muy contento y distraído, sólo pensaba en su placer y a mi me dejaba tranquila. un día descubrí que el muy imbécil se lo ...